¿CUIDAS DE TU COCHE EN VERANO?

Tras el periodo de invierno y ante la perspectiva del aumento de los viajes durante las vacaciones, los coches requieren ciertas revisiones para evitar daños producidos por una inactividad prolongada del vehículo.

Algunos trucos para saber cuándo cambiar los filtros de aceite y de aire: observar el color y olor del aceite del motor y del humo del tubo de escape.

Con la llegada del verano y la previsión del aumento de viajes en vacaciones, necesitamos que nuestro coche se mantenga en perfecto estado, tanto si nuestra intención es desplazarnos por carretera como si tenemos pensado viajar en avión y dejar el coche en nuestro lugar de origen. Y es que los expertos aseguran que un coche puede sufrir más daños a causa de estar parado mucho tiempo que por usarse a diario.

Precisamente, la inactividad prolongada de nuestro vehículo puede dañar su estado, por eso es conveniente ponerlo en marcha y activar sus distintos accesorios para que no se estropeen. Los neumáticos, la batería, o los líquidos deben estar en óptimas condiciones para cuando necesitemos volver a utilizar el coche tras las vacaciones.

En este sentido, según un informe del Observatorio RACE, un 8% de los conductores no revisa la presión de los neumáticos antes de realizar un desplazamiento largo y solo el 10,4% de los conductores cambia de neumáticos según la estación del año. Además, con el aumento de las temperaturas, revisar que las ruedas estén en perfecto estado es fundamental para evitar sustos e imprevistos durante el viaje o con la vuelta a la rutina.   

Por ello te damos algunos consejos a tener en cuenta para tu coche de cara a las vacaciones.

Cómo saber cuándo cambiar los filtros

Conducir con suciedad e impurezas en los filtros de tu coche puede ser una gran amenaza. Por ello, desde aparca&go aconsejan cambiar los filtros de combustible, aceite lubricante y aire de combustión.  

Los filtros de combustible se encargan de filtrar las impurezas para evitar que las piezas del motor se dañen. Con el tiempo, estos se van deteriorando y el coche se vuelve más ruidoso o puede fallar al arrancar. Este cambio se realiza cada 20.000 km aproximadamente.

Por otro lado, los filtros de aceite retienen las impurezas que aparecen en el aceite del motor. Para asegurar que el vehículo no se daña, es recomendable sustituirlo una vez al año. Un truco para saber si ya le toca el cambio de aceite a tu coche es fijarse en el color y el olor: si está muy negro o huele a quemado, es hora de llevarlo al mecánico.

En cuanto a los filtros del aire, se van ensuciando y llenando de grasa con el rodaje del vehículo, lo que podría crear un tapón en la entrada de aire que hará que consuma más combustible y sea menos potente. Si a tu vehículo le falta potencia al acelerar o el humo del tubo de escape sale muy oscuro, se aconseja cambiar el filtro de aire. 

Batería y sistema de frenos

El desgaste de la batería es uno de los causantes principales de averías y visitas a talleres, según las compañías de asistencia. En caso de que el vehículo vaya a quedarse estacionado durante las vacaciones, conviene que no pasen entre 5 y 7 días sin que se arranque unos minutos

En cuanto a los frenos son el principal sistema de seguridad del coche y se deben revisar que funcionen correctamente. En muchos vehículos hay un testigo luminoso que avisa, pero también se deben tener en cuenta otros factores como vibraciones extrañas al frenar o ruidos estridentes.

El cambio de las pastillas de freno se debería realizar cada 10.000 km según los mecánicos expertos, mientras que el cambio de los discos de freno debería hacerse cada 2 o 3 cambios de pastillas de freno.